La trascendencia y complejidad del pueblo filisteo es indiscutible, pero no somos los únicos que lo piensan y han estado interesados en descubrir más sobre este enigmático pueblo, de hecho, ya en la Época Clásica y en el Egipto de finales del Segundo Milenio antes de la Era, encontramos indicios de deseo de conocimiento sobre el origen y cultura del mencionado pueblo.
Concretamente, alrededor del siglo V-VI d.C. podemos destacar, dentro de la obra Ethinika (la cual, aunque no se conserva en su totalidad, ha sido de gran ayuda dentro del entendimiento del léxico de la época) de Esteban de Bizancio, algunas referencias a Gaza (zona ocupada por los filisteos), que también conocemos, señala el autor, como Minoa, nombre que relacionamos con el rey Minos de Creta, ciudad de la cual podemos destacar su santuario a Zeus Marnas «nacido en Creta».
Además, también en relación con Ethinika, Esteban de Bizancio destaca la importancia de la ciudad filistea de Ascalón, que según el historiador Janto de Lidia fue fundada por Ascado, que al ser natural de la región de Lidia, indicaría un posible origen anatolio de los flisteos.
Aunque todo esto, por supuesto, son tan solo conclusiones que podemos sacar de las fuentes clásicas, que no son precisamente numerosas.
En cuanto a las fuentes egipcias, algo más concretas que las clásicas, cabe destacar la presencia de los peleset (denominación hebrea para los filisteos) en numerosos relieves de la época del faraón Merneptah, concretamente en el templo de Ramsés III en Medinet Habu.
En estos relieves, en primer lugar, los describen como un pueblo organizado en forma de pentápolis que participaría en los ataques realizados contra Egipto por parte de los Pueblos del Mar. Podemos distinguir, además, dos distintos intentos de conquista por parte de estos pueblos como conjunto organizado, un primer ataque alrededor del 1190 a.C. , donde los «pueblos del norte», en un intento por conseguir nuevas zonas de asentamiento intentaron ocupar Egipto y Canaán mediante ataques por tierra y mar (cabe destacar su gran dominio de la tecnología naval, es por esto por lo que suponemos que su procedencia tendría relación con la zona del Egeo y las islas ahí presentes), sin embargo sus intentos resultaron inútiles y algunos de ellos, entre los que, según el Onomasticon de Amenope, encontramos a los filisteos, quedaron relegados a ser vasallos del faraón en la zona de Canaán. Es esto último lo que más interés nos suscita, puesto que podemos suponer que es esta la razón por la cual posteriormente los hebreos localizarían aquí a los filisteos. Sin embargo, más allá de su situación geográfica posterior a los enfrentamientos contra los egipcios, no podemos especificar con certeza más que se encontraban entre el Egeo y la zona de Anatolia.
En los relieves también se especifica un segundo ataque alrededor del 1230 a.C. en el que participarían los filisteos, en esta ocasión con el fin de hacerse con el control del Delta del Nilo. Sin embargo, una vez más, el poder egipcio fue superior al de los Pueblos del Mar y lograron evitar las invasiones, aunque después de este suceso los egipcios caerían en decadencia dejando atrás su hegemonía y gran poder alcanzado anteriormente.
En conclusión, si bien es cierto que las fuentes egipcias son más concretas y específicas a cerca del pueblo filisteo que las clásicas, tampoco nos sirven para identificar por completo su ubicación de origen, aunque sí nos da explicación al hecho de que posteriormente en la Biblia los hebreos les sitúen en la zona de Canaán y clarifica un poco más nuestra visión sobre este enigmático pueblo.
Fuentes:
Nelson, H. H. y The Epigraphic Survey, 1932. Later Historical Records of Ramses III: Plates 50-130. Chicago: University of Chicago Press.
Sandars, N. K., 2005. Los Pueblos del Mar: Invasores del Mediterráneo. Madrid: Oberon.
Dothan, T. y Dothan, M., 2002. Los Pueblos del Mar: Tras las huellas de los filisteos. Barcelona: Bellaterra.
Dothan, T., 1989, “The Arrival of the Sea Peoples: Cultural Diversity in Early Iron Age Canaan”, en Recent Excavations in Israel: Studies in Iron Age Archaeology, editado por S. Gitin y W. G. Dever.
Dothan, M., 1989, “Archaeological Evidence for Movements of the Early Sea Peoples in Canaan”, en Recent Excavations in Israel: Studies in Iron Age Archaeology, editado por S. Gitin y W. G. Dever. Annual of the American Schools of Oriental Research 49, 59-70.