ECONOMÍA FILISTEA

Como en todas las civilizaciones, la parte que determina los fundamentos de la civilización filistea, ya sea su culto, sus tradiciones, estilos de vida y moral, es la infraestructura económica. Por tanto, es importante situarnos y estudiar la economía del pueblo filisteo y su contexto.

¿RECOLECCIÓN O PRODUCCIÓN?

Tras la llegada de inmigrantes a las poblaciones de Ascalón, Ashdod y Tel Miqne-Ekron, se produjo un cambio radical en  la cría de animales y la modernización del sistema de subsistencia que los migrantes ya habían introducido anteriormente.  Esto se debe a que los asentamientos filisteos, al relacionarse con los demás migrantes, fusionaron su cultura con las nuevas teorías aprendidas. Pero esta no es la única causa, también podríamos interpretar esta modernización a partir del cambio del patrón de asentamiento entre el sistema cananeo que coexistía en el Bronce reciente en contraste con el nuevo patrón de población dispersa de la Filistea del Hierro antiguo.

A partir de los restos encontrados en diferentes asentamientos, podemos encontrar un cambio en la proporción de cría bovina, porcina y de bóvidos caracterizado por varios fenómenos. Se puede apreciar un incremento de la cría de cerdo a partir de los restos hallados en las dos ciudades más destacadas de la Pentápolis, Ascalón y Tel Miqne-Ekron, al igual que de bóvidos; consecuentemente con una disminución de ovicápridos.

Ashdod, por el contrario, al ser el estrato más antiguo del asentamiento filisteo, muestra un panorama diferente caracterizado por la importancia del pastoreo. Sin embargo, también hay un alto porcentaje de cría de cerdos.

Al tener el aumento de cría porcina como aspecto común en todos los asentamientos, podemos interpretar que esto no es casualidad ni coincidencia, sino que realmente se adhiere a unos hechos, por lo que es menester que investiguemos las causas de esto.

Los investigadores B. Hesse y P. Wapnish exponen diferentes teorías:

  1. En sociedades agropastoriles se encuentra más cría de cerdo que en las sociedades que basan su economía en una agricultura intensiva (normalmente coligada a la cría de vacuno).
  2. La cría de cerdo sirve de indicador del nivel de integración regional en política, pues aparece asociado a la economía rural de subsistencia.
  3. Gracias a la cría de cerdo, se obtienen proteínas más rápidamente, postergando el uso de las reses y ovejas cuando la economía ha madurado.
  4. La carne de cerdo no se considera un producto de lujo, sino que se corresponde con los estratos sociales más bajos.

En definitiva, podríamos decir que la migración fue la creadora del impulso que el pueblo filisteo necesitaba para acabar con sus antiguos sistemas de pastoreo y lanzarse como productor de carne y cría de reses y cerdos, debido a su facilidad para adaptarse estos a las llanuras.

Este impulso se debió a diversos problemas que surgieron en la población: la llegada de nuevos pueblos y nuevas gentes conllevó a la necesidad de conseguir proteínas con más rapidez; además del aumento de la población urbana y la menor integración, que tuvo como consecuencia el menor control de la élite de los mercados y productos cárnicos.

EL ORIGEN DEL CAMBIO

¿Este cambio de modelo económico se dio al azar, o realmente podríamos concretar sobre algún maestro con modelos más avanzados que instruyese al pueblo filisteo?

Ciertamente hay un origen, un pueblo predominante más maduro y evolucionado. A partir de investigaciones, hemos encontrado que los yacimientos de cría de cerdo, oveja y cabra en diferentes asentamientos filisteos guardan similitudes con los encontrados en asentamientos egeos y chipriotas. En teoría, existen dos importantes razones que explicarían esta similitud:

  1. Si nos apoyamos en la explicación difusionista, podemos comprobar que los migrantes egeos, basándonos en diversos yacimientos, trajeron de sus lugares de procedencia su modelo de economía que exportarían al pueblo filisteo.
  2. Si nos apoyamos, por el contrario, en la explicación evolucionista, podemos observar que unas estructuras socioeconímicas similiares también arrojarían porcentajes similares. Es decir, las condiciones del proceso de ocupación y la estructura social de Filistea se habrían acercado a las estructuras de otros yacimientos egeos.

Mientras que los yacimientos cretenses de Knossos y Kommos son los más alejados de los porcentajes de cría de Filistea (siendo incluso más equilibrados los del Egeo), la ciudad que presenta una proporción casi idéntica a Filistea es Tirinto, debido al empleo de una producción no palacial, según  Halstead.

Esta tesis que sustenta que los migrantes egeos introdujeron grandes innovaciones en el modelo económico filisteo se ve comprobado también si observamos los cambios sufridos en el cultivo de plantas, específicamente, en la introducción de algarrobas, originarias de la población egea. Se ha descubierto que en el Hierro I se produjo un intensivo cultivo de esta planta en Filistea, lo que ha despertado un gran interés en los investigadores, pues los granos de esta planta pueden llegar a ser venenosos, teniendo que haber aprendido a prepararlos para que llegaran a ser aptos para el consumo.

INTERCAMBIO DE CULTURAS: COMERCIO O CASUALIDAD

Durante el siglo XII presenciamos que en Filistea existe una ausencia de objetos importados, además de que hay poca presencia de conexiones con Chipre.  Podemos interpretar, de otro modo, que Filistea y Chipre, debido a la semejanza material de los objetos encontrados, fueron ocupadas por migrantes egeos (o incluso por gentes del mismo origen).

Sin embargo, se han encontrado en Chipre diferentes objetos levantinos: ánforas encontradas en Maa-Paleokastro, procedentes del centro-sur levantino, que llegaron gracias a la existencia de contactos comerciales con el Levante durante todo el siglo XIII.

Además, algunas ánforas halladas en Filistea pudieron llegar a los puertos del norte a partir del comercio regional, para ser luego enviadas a Chipre (junto con otros bienes levantinos). Cabe destacar que las cosas comenzarían a cambiar a finales del siglo XII y mediados del XI, cuando en Filistea aparecen diferentes objetos de procedencia chipriota, sobre todo de producción local.

A partir de estos hechos, Sherratt (1998) interpreta este intercambio de cultura material como comercio. No obstante, casi no se han encontrado agregados comerciales chipriotas, por lo que esta teoría sería descartada. Habría que sobreentender la presencia de un pequeño contingente chipriota en la migración egea contemporánea a finales del siglo XII y principios del XI.

Pero la idea de un comercio regional no queda descartada del todo, pues aunque sean datos débiles los que nos han llegado, son muy relevantes. Por ejemplo, se han podido detectar dentro de los límites de Filistea unos vestigios de cerámica fina fabricada en distintos lugares a los del lugar del hallazgo.

El comercio de cerámica bicroma y lisa se intensificó notablemente a finales del XII, como se muestra en el origen de los conjuntos de Tel Miqne-Ekron, Ashdod, Tell Qasile (que se pudo expandir notablemente gracias al río Yarkón),…

El punto focal de este comercio en la región era el gran terraplén de Tell el-Sultan y las vías de confluencia de toda la región más importantes se encontraban en el norte: junto a Ashdod, la desembocadura del río Lachish, que pudo utilizarse como fondeadero o ruta hacia las montañas del sur de Judea; y en el sur: junto a Gaza, el valle del Besor, que posibilitaba la conexión entre el Mediterráneo y las ciudades de Tell el-Farah y Tell-Jemmeh.

EL OIKONOMOS FILISTEO

A partir de todos estos datos procedentes de diferentes investigaciones, podemos datar que la economía persistente en Filistea en el siglo XII se basaba principalmente en la agricultura intensiva, mientras que el débil comercio existente en aquella época tendría una importancia mucho menor.

Los granjeros que vivían en las ciudades fundamentalmente se dedicaban mayoritariamente a la cría de cerdo, con motivo de la fácil y rápida fuente de proteínas que aportaban estos animales. Sin embargo, también tenía gran importancia la cría de vacuno extensiva. Además, pudieron enriquecer  su dieta con las nuevas legumbres que habían obtenido de los inmigrantes.

La actividad económica se circunscribió a los límites políticos de Filistea, por lo que apenas hubo comercio a larga distancia o internacional, ni una implicación de los soberanos que repartieran el excedente entre la población. No obstante, no se descarta que los aristócratas recibieran mejores porciones de tierra o témenos (en la Antigua Grecia se designaban así a los terrenos delimitados y consagrados a un dios).

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Mapa de la situación de Filistea

Fuentes: 

Yasur-Landau, A., 2012. Los Filisteos: La migración egea a finales de la Edad del Bronce. Barcelona. Bellaterra.

Dothan, T. y Dothan, M., 2002. Los Pueblos del Mar: Tras las huellas de los filisteos. Barcelona: Bellaterra.

Hesse, B. y Wapnish, P., 1997. The Archaeology of Israel: Constructing the Past, Interpreting the Present, Sheffield, pp. 238-270.

Halstead, P., 1992. <> PCPS 38, pp. 57-86.

http://diariojudio.com/opinion/los-filisteos-un-pueblo-del-mar/1997/