ORÍGENES: ESTILOS DE VIDA

Phythian-Adams descubrió, durante la excavación de Ascalón, bajo una capa gruesa de tierra negra mezclada con cenizas, los estilos de cerámica que representaban la cultura de Ascalón -una de las ciudades de la pentápolis filistea- antes de la llegada de los filisteos.

Las importaciones que encontró de cerámica micénica y chipriota le indicaron la gran influencia que ejerció Micenas sobre Ascalón. Tanto la cantidad como la función de las cerámicas importadas eran el resultado de un comercio importante y de una determinada orientación cultural: la aceptación de los rituales festivos de la cultura minoica-micénica.

Sin embargo, el hecho de que entre la cerámica filistea descubierta encima del nivel de destrucción aparecieran servicios para el consumo de vino totalmente distintos denotó tanto una técnica diferente como un estilo de vida distinto, según Phythian-Adams. Aparecieron, en lugar de los kylixes micénicos -copas de vino de cuerpo profundo y ancho levantado sobre un pie y con dos asas simétricas- y los cuencos chipriotas de perfil anguloso y base anular, las pesadas cráteras y copas filisteas con asas horizontales, asociadas al origen aqueo y septentrional de los filisteos, como apuntó Mackenzie. En opinión de Phythian-Adams, este tipo cerámico se podía considerar de inspiración griega. Como ejemplo, el famoso Vaso de los Guerreros, descubierto por Schliemann en Micenas, que sirvió para ilustrar el contraste cultural entre los aqueos indoarios y los pacíficos príncipes y sacerdotisas minoico-micénicos anteriores. A diferencia de Mackenzie, Phythian-Adams tenía la prueba que explicaba la conexión entre la llegada de los filisteos a Canaán y la oleada de invasiones del norte responsable de la destrucción de la civilización minoico-micénica.

Tristemente, estos importantes hallazgos del período filisteo no fueron suficientes para atraer las ayudas públicas necesarias para subvencionar los gastos de la excavación. A la vista de los inmensos estratos con restos de los períodos árabe, cruzado, romano y helenístico que había en el área se llegó a la conclusión de que nadie podría excavar en profundidad para llegar al nivel filisteo salvo un gobierno o sociedad muy rica.

Phythian-Adams se vio obligado a dar comienzo a otro proyecto menos ambicioso: determinar si las transformaciones culturales que había descubierto en Ascalón podían extenderse a otras ciudades de Filistea. Decidió empezar la investigación en Tell Haruba (Gaza), la ciudad más famosa de la pentápolis filistea. Tras la dificultad para alcanzar el nivel filisteo y las ásperas negociaciones con los propietarios locales, Phythian-Adams se dio por vencido y se trasladó a Tell Jemmeh, en la frontera entre Canaán y el Sinaí, pero también tuvo que abandonar por los continuos enfrentamientos entre los contrabandistas beduinos y la policía británica del Protectorado.

A pesar de todos estos contratiempos, Phythian-Adams logró reunir una cantidad importante de muestras perfectamente estratificadas de cerámica filistea, convencido de que, entre todo el repertorio cerámico filisteo, las formas del norte eran las más importantes para determinar su origen geográfico. En 1923 publicó en el Bulletin of the Brithish School of Archaeology in Jerusalem un artículo titulado «El origen de los filisteos a la luz de la arqueología palestina» en el que establecía dichas relaciones en su análisis de la cerámica junto con otras evidencias arqueológicas, históricas y lingüísticas.

Fuentes:

Dothan, Trude; Dothan, Moshe (2002). Tras las huellas de los filisteos. Barcelona: Bellaterra.

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